“Bashar está de vuelta”, titulaba hace poco Newsweek en su portada. He escrito muchas veces que la guerra de Siria ha sido una guerra a puerta cerrada, un cementerio de información. Debido a la dificultad de obtener visados, la mayoría de corresponsales extranjeros llegaban a Siria a través de las desmanteladas fronteras con Turquía e Irak, en la zona controlada por los grupos de la oposición al régimen. Dieron su testimonio, mientras unos pocos describíamos el ambiente de la zona gubernamental. En otoño de 1970, al poco tiempo de empezar mi aventura en Oriente Medio, me fue imposible conseguir un visado cuando el rais Hafez el Asad, padre del actual…