Desde la primera obra poética de José Cruset —Las nubes entreabiertas, publicada en 1944 en ‘Entregas de Poesía’—, la palabra aparece como la aventura humana más clara y misteriosa al mismo tiempo. La palabra nombra las cosas —¡las barcas del verano!, que dirá el poeta—, define el mundo, acerca a la amada… La palabra irá transformando esencialmente la vida —¡ah!, que la Vie est quotidienne—, dará sentido al tiempo, a la muerte, al mismo existir. La palabra será, pues, la aventura de la trascendencia del hombre, surgida a veces de la emoción más antigua: Y no canté por miedo, por dolor de no abarcarte toda, del madurado dolor, de la…