La modernización de este abrupto reino medieval y frágil es reciente ¿Cómo se puede medir la felicidad? Viajé a Bután porque es el último reino budista independiente del Himalaya, porque guarda celosamente su identidad, sigue siendo un país ensimismado, de hermosos paisajes montañosos, bosques y selvas exuberantes en su pequeño territorio de pueblos diversos en los que aún creen en semidioses, diablos y donde los astrólogos eligen las fechas más convenientes para una boda o una coronación real. Bután todavía puede provocar emociones en los viajeros con ansia de descubrir mundos aún poco visitados. Con su estricto control del turismo porque temen ser invadidos por viajeros extranjeros, ofrecen su recóndita personalidad de costumbres ancestrales encarnadas en el budismo secular,…